Los virus del herpes son muy contagiosos y pueden afectar a partes muy diferentes de nuestro cuerpo. Es típico el herpes labial o la formación de aftas en la mucosa oral. Pero la nariz, las mejillas o los ojos también pueden verse afectados.
El herpes genital -como su nombre indica- provoca síntomas en la zona genital. El herpes zóster, también llamado culebrilla, está provocado por el mismo virus que la varicela.