Hipertensión arterial: una enfermedad realmente extendida

La tensión arterial alta o hipertensión es una de las enfermedades más extendidas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada tres adultos en el mundo padece hipertensión arterial. Lo fatal es que la hipertensión puede provocar otras enfermedades, y muchos enfermos no son conscientes de su hipertensión. Además de un estilo de vida saludable, los hongos vitales pueden regular eficazmente la tensión arterial.

Si la tensión arterial sistólica supera los 140 mmHG durante un periodo de tiempo prolongado, se habla de hipertensión. Las causas de la hipertensión arterial pueden ser una mala alimentación, el estrés o un desequilibrio hormonal. Sin embargo, la hipertensión también puede ser hereditaria. Muchos enfermos no suelen ser conscientes de su hipertensión. Al principio se siente bien y no tiene ninguna queja en particular. Por lo tanto, los valores demasiado altos suelen detectarse demasiado tarde.

Sin embargo, unos niveles elevados de tensión arterial pueden provocar graves enfermedades secundarias. La hipertensión arterial se considera el factor de riesgo número uno de otras enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis, el infarto de miocardio o el ictus. Además, pueden producirse daños en diversos órganos como consecuencia de la hipertensión. Los niveles permanentemente elevados de presión arterial también se consideran un factor de riesgo para la demencia. Los hongos vitales han demostrado su eficacia tanto como medida preventiva como en el tratamiento de la hipertensión. Ayudan a devolver los niveles elevados a un rango saludable de forma totalmente natural.

El hongo reishi y la Auricularia se recomiendan para el tratamiento básico. El Reishi, también llamado «seta de laca brillante», favorece una mayor saturación de oxígeno en la sangre, lo que tiene un efecto positivo sobre la actividad del corazón. Además, reduce los procesos inflamatorios y, debido a su efecto equilibrador, también puede compensar las fluctuaciones de la tensión arterial inducidas vegetativamente.

Gracias a su ingrediente «adenosina», la Auricularia contribuye a mejorar la fluidez de la sangre y tiene un efecto vasodilatador. De este modo, favorece en general una buena circulación sanguínea y contribuye de forma natural a bajar la tensión arterial y a reducir el riesgo de trombosis. Ambos hongos también tienen un efecto reductor del colesterol.

Para la regulación natural de la tensión arterial, es importante tomar los hongos medicinales en forma de polvo obtenido del hongo entero durante un periodo de al menos tres meses. A diferencia de los inhibidores de la ECA, los betabloqueantes o los antagonistas del calcio, los hongos apenas muestran efectos secundarios y se recomiendan para la prevención y para las formas más leves de hipertensión. En la hipertensión grave, conducen a una reducción de la medicación hipotensora.

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