Una dieta equilibrada con mucha fruta, verdura y setas ya nos aporta muchos antioxidantes. Por ejemplo, con vitaminas A, B, C y E, betacaroteno, licopeno, antocianinas y alicina. Además, con las sustancias vegetales secundarias (flavonoides) consumimos sustancias que regeneran nuestros eliminadores de radicales en el organismo. Los diferentes antioxidantes se complementan y potencian entre sí. Si los complementa, lo ideal es que los tome en la misma combinación que nos ofrece la naturaleza. Los oligoelementos -como el zinc, el cobre y el selenio- son de gran importancia para la actividad de algunas enzimas implicadas en los procesos de antioxidación. Científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania han descubierto que las setas son tan ricas en antioxidantes que superan a muchos otros alimentos en este aspecto.
En pocas palabras, los antioxidantes actúan como sustancias protectoras y eliminadoras de radicales. El OPC (proantocianidinas oligoméricas) del grupo de los flavanoles está considerado como uno de los antioxidantes más eficaces de todos. Las semillas de uva contienen OPC en grandes cantidades. Fue descubierto por el francés Prof. Dr. Jack Arthur Masquelier cuando examinó los cacahuetes a principios de los años cuarenta. Encontró una sustancia incolora con un fuerte efecto protector sobre los vasos sanguíneos. En 1995, Masquelier pudo demostrar que la misma sustancia se encuentra también en la piel y las semillas de la uva y que estos flavanoles son superiores a los flavonoides en cuanto a su efecto vasoprotector.
El OPC tiene una biodisponibilidad de casi el 100%, ya que es detectable en la sangre a los pocos segundos de su ingestión y se distribuye por todo el organismo. Es hidrosoluble y alcanza su máxima concentración en la sangre tras sólo 45 minutos. Después de 72 horas se agota por completo. Al igual que la vitamina C, atraviesa la barrera hematoencefálica y también despliega su efecto en el cerebro. Tras sólo 24 horas, la resistencia de los vasos sanguíneos se ha duplicado. En el caso del OPC de pepitas de uva, hay que tener en cuenta, por supuesto, que el polvo de pepitas de uva debe metabolizarse primero antes de que las proantocianidinas oligoméricas (OPC) que contiene puedan desarrollar el efecto correspondiente.